Historia y Justicia en México

Desde que éramos niños, en las clases de primaria nos han enseñado que México se compone de 31 estados y un Distrito Federal.

Esto es así porque nuestro país está constituido como una República Federal: Estados Unidos Mexicanos. Lo cual significa, que aunque todos los estados de la República cuentan con sus propios gobiernos y sus propias leyes, ceden una parte de ese poderío y territorio a la Federación. Esta parte que los estados están cediendo, se concentra en el Distrito Federal, en donde residen los tres poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Sin Distrito Federal no existe República Federal ni unión de los estados, es decir, no existirían los Estados Unidos Mexicanos; ese territorio que conocemos como México.

Sin embargo, desde hace varios años existe un sector que promueve el Estado 32, es decir desaparecer el Distrito Federal y convertirlo en otro estado más. Bajo el argumento de que los ciudadanos de esta entidad son ciudadanos de segunda al no contar con su propia Constitución y soberanía.

No obstante, el Distrito Federal desde 1997 ha recibido autonomía y sus habitantes pueden elegir directamente a su jefe de gobierno, a sus jefes delegacionales y a los representantes de su cuerpo legislativo unicameral, la Asamblea Legislativa. Aunque no cuenta con constitución propia, sí tiene un estatuto de gobierno. También su autonomía se extiende a su capacidad de crear leyes para la entidad.

Aún así, se sigue promoviendo la desaparición del Distrito Federal. Lo cual traería como consecuencia que todos los estados serían libres de la Federación y con el derecho de anexarse a cualquier país que quisieran, tal como pasó con Texas cuando se separó de la República. Con las sabidas consecuencias que todos conocemos.

Según algunos rumores (que hasta ahora no pasan de ser rumores), la intención de desaparecer el Distrito Federal es precisamente permitir la adición de los estados del norte a los Estados Unidos Americanos, bajo el pretexto del narcotráfico.

Lo cierto es que sin el Distrito Federal, la anexión de cualquier estado a otra federación es factible.