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Los daños ocasionados por la tormenta tropical Alex que se abatió el jueves 1 de julio sobre Monterrey, Nuevo León, son incuantificables; y ya empiezan a saberse los nombres de los funcionarios que permitieron que fuera repoblado el lecho del río Santa Catarina, que parte por la mitad el área metropolitana de Monterrey.
Como saben, la orilla de un río es un área de riesgo para asentarse, pues las tormetas y lluvias provocan desbordamientos. Por esa razón, los gobiernos prohíben asentamientos humanos en estos lugares.
Sin embargo, a Felipe Calderón poco le importan las razones de por qué fueron construidos vialidades y pasos a desnivel sobre el lecho del Santa Catarina, ni por qué la Comisión Nacional del Agua (Conagua) permitió que se convierta en un millonario negocio de particulares al acceder a la construcción de 500 mil metros cúbicos que contribuyeron a acelerar el afluente e incrementar su poder destructivo.
Por otro lado, el delegado regional de la Conagua Pedro García Treviño, asegura que no otorgó los permisos a TV Azteca para construir un campo de golf y unas canchas sobre el lecho del Santa Catarina. Treviño culpa a Protección Civil por no desalojar a tiempo las instalaciones. Esta es una forma irresponsable de evadir los hechos, ya que desde hace años varias organizaciones ambientalistas le exigieron a Garza prohibir instalaciones fijas en el lecho del río.
Las lluvias hicieron que desapareciera la cabecera municipal de Anáhuac, en el extremo norte del Estado. Unas 16 mil personas dejaron sus hogares cubiertos por dos metros de agua. En total 43 municipios fueron declarados zona de desastre y se reportaron 15 muertos. A la fecha hay 68 mil 364 familias afectadas, 116 comunidades incomunicadas y 100 puentes y 7 millones 832 mil 784 metros cuadrados de pavimento resultaron afectados. Ante este panorama, el gobernador de Nuevo León Rodrigo Medina, sólo se exhibe en televisión para decir que "los nuevoleoneses son imbatibles ante el peor de los escenarios". No menciona para nada todas las negligencias que hubo.
El gobierno anterior, consciente del desastre que podría convertirse el libre flujo del Santa Catarina, construyó una cortina conocida como Rompepicos, en la sierra de la Huasteca. El muro de 50 metros de alto, contuvo una cantidad de agua que, según estimaciones oficiales, de haber pasado libremente hubiera destruido el centro de Monterrey.
El lecho del río está seco todo el año. Históricamente se ha llenado en 1909, 1935 y 1988. Como ese fenómeno tarda décadas en repetirse, hay quien se aprovecha; como el ex-alcalde panista de Monterrey Felipe de Jesús Cantú -ahora diputado federal- cuando entregó el cauce en comodato a Parque Ecológico Siglo XXI, de TV Azteca, para que construyera instalaciones deportivas con estacionamientos, gradas y alumbrado.
Guillermo Martínez Berlanga, del Comité Ecológico Probienestar, señala que esas instalaciones fueron el detonante de la tragedia. Todas las estructuras de cemento y metal que se usaron para la construcción de las canchas contribuyeron a la destrucción de las vialidades Morones Prieto y Constitución, las principales en Monterrey. El material fue arrastrado y se impactó en la parte baja de las dos avenidas.
Después del desastre de Alex, el titular de la Conagua anunció por fin que todas las concesiones en el río serán revocadas. Mala suerte para el ex-alcalde panista de San Pedro, Mauricio Fernández Garza, que ya tenía planeado construir -con inversión privada- un lago artificial para practicar esquí acuático bajo el Puente Atirantado.
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